Taller
Hallyu
Capitulo I
It´s alive!
Hace más de doscientos años que Mary Shelley en su novela "Frankenstein y el moderno Prometeo" escribió la épica frase ¡Está vivo! y a todos los que de alguna manera nos dedicamos a la ciencia nos fascina, pues nos permite vislumbrar las implicaciones de los experimentos que en pos de generar conocimiento se pueden presentar. Advertencia que algunas veces no seguimos, pero de eso se trata la vida de experimentar y aprender.
Así que enfundada en una bata de laboratorio imaginaria, me senté a observar todo y a todos a mi alrededor, buscando inspiración para mi siguiente proyecto: escribir sobre cualquier tema, nada mas ambiguo y a la vez mas ambicioso que eso, así que con gran motivación desempeñé mi tarea esa tarde y al día siguiente pero honestamente nada ocurrió.
Nada parecía atractivo ese día hasta que me levanté de un salto (imaginario también) y grite para mis adentros EUREKA, ¡lo tengo! haré un experimento social, si eso haré, escribiré sobre el Hallyu, el fenómeno cultural surcoreano y así con el placer que solo los gatos que atrapan a una presa conocen me puse a investigar minuciosamente sobre el tema, leí y leí, vi maratones completos de doramas, escuche K-pop y platique con jovencitas sobre lo que significaba ser fan de un Idol (así se les llama) surcoreano (o chino o japonés, da igual) y me impresionó el cambio tan drástico que ocurrió, pues se que en 1905 llegaron los primeros inmigrantes coreanos a México para trabajar en Yucatán, en las plantaciones de henequén y siendo honestos en ese momento no tuvieron la mejor bienvenida.
También se que en Chiapas se asentaron inmigrantes de origen asiático en la zona del soconusco y durante generaciones han sufrido discriminación y ahora hay jovencitas que darían la mitad de su alma por conocer a alguno de sus Idols y digo la mitad porque la otra parte la necesitan para seguir adorándolos.
Y así cual mosquito que es atraído a una trampa de luz fui acercándome a mi objeto de estudio, decidí que era momento de hacer ciencia crítica, no era suficiente analizar el fenómeno desde afuera, desde la seguridad que brinda la campana de extracción, no, era momento de convertirme en una infiltrada en el mundo del Hallyu.
Decidida a todo y con la frase pegajosa del momento "sin miedo al éxito" me puse a elegir a mi Idol personal, tarea nada fácil por cierto, son muchos y cuando digo muchos es en serio pues cada grupo musical tiene por lo menos cinco integrantes hay incluso uno que se llama Seventeen y por muy poco no son diecisiete.
Estuve a punto de abortar la misión pero decidí continuar y lo conseguí, elegí a mi Idol personal (Jung Jaewon, One) y comencé la aventura entrando en materia dedicándome a ser una admiradora con todas las de la ley, como toda admiradora que se respete debe ser, esto es checar instagram, ver entrevistas, decenas de fotografías, investigar amigos y colegas, es más considero que la CIA, la Interpol y cualquier otra agencia de espionaje debería tomar clases conmigo, pues encontré el edificio de la compañía que fundó, es más solo tienen que dejarme en los alrededores de Itaewon dong y en menos de media hora llego por cuenta propia.
En la novela de Mary Shelley pasa cierto tiempo para que el científico se de cuenta de su error, de las implicaciones negativas, las consecuencias nefastas que su experimento tuvo, en mi caso no tuve que esperar tanto, pues lastimosamente a estas alturas mi investigación carece de toda objetividad pero al menos la meta escolar se cumplió pues vaya que tengo material de sobra para escribir, toneladas de inspiración.
Una de las cosas más importantes que aprendí fue que el Hallyu tiene más que ver con las seguidoras que con los representantes de este fenómeno, pues el objeto de admiración es una creación de la imaginación, un concepto que se elabora de la persona que se admira y que no corresponde a la realidad y esto es lo realmente atractivo, pues brinda un entorno seguro para la expresión donde se pueden compartir emociones e incluso sentimientos desde la seguridad del anonimato, desde la salvedad física y aún cuando se sabe que tanta belleza no existe, sigue siendo un escape de la realidad sin consecuencias graves, el Hallyu es un mundo idealizado que al final del día contribuye a poder disfrutar de la vida aún cuando esta tenga sus bemoles.
Así que colgué en el perchero la bata imaginaria y deje de lado la libreta de campo y ahora me encuentro muy dedicada a la terea de mejorar mi caligrafía en hangeul, porque te comento que ya no es Jung Jaewon sino 정제원 y ya no digo no sino 아니요 - a-ni-io y si tienes curiosidad sobre la vegetación, la temperatura promedio, la precipitación anual, las costumbres o la hora en Seúl pregúntame que a estas alturas soy una experta y sobre lo de aprender coreano eso va un poco lento pero ¿Para qué existe la tecnología entonces? así que tengo una cita con la maestra Kim en Youtube.
Si me preguntas si habrá segundo capítulo, no lo sé, eso dependerá de si me responde el mensaje de instagram, mi compañera de aventura (la científica loca) opina que es remotamente probable si no es que imposible, pero recuerda la frase del momento; "Sin miedo al éxito".
Hasta pronto y annyon hijumeseyo (buenas noches).